¿Por qué la música?

jueves, 13 de mayo de 2010



¿Por qué la música es importante? ¿Por qué todos los niños deben estudiar música en la escuela? Prácticamente todos los que han aportando una significativa contribución al pensamiento educativo desde Platón, han coincidido en que la música debe ser parte integral de la educación básica de cada niño. Pero entonces, ¿por qué todavía tratamos de contestar estas preguntas? Porque algunas personas ven a la música no como una materia para ser estudiada con seriedad, sino meramente como una forma de entretenimiento. Otros creen que la música puede ser aprendida bastante bien fuera del ámbito escolar. Otros, inclusive, si bien pueden reconocer el valor que hay en la música, simplemente no la consideran de máxima prioridad.


Los educadores generalmente concuerdan en que hay cinco campos básicos de estudio: matemáticas, lenguaje y literatura, ciencias físicas, estudios sociales y las artes. Nadie que no tenga un conocimiento razonable de estos cinco campos, puede afirmar que posee educación. Cada persona debería tener la habilidad para ejecutar, para crear y escuchar música con discernimiento. Para alcanzar esa meta, cada estudiante debe tener acceso en la escuela a un programa destinado al estudio de la música amplio, equilibrado y secuenciado.

Recientes investigaciones han sugerido que la enseñanza de la música puede ejercer en los pequeños un efecto positivo sobre el funcionamiento del cerebro, y que puede ofrecer otros beneficios educacionales y evolutivos de un alcance mucho mayor aún. Estos resultados merecen nuestra atención, pero la razón básica más importante para encarar el estudio de la música es que la música, intrínsecamente, es digna de atención. Vale por sí misma. Es importante.

No obstante, no todo lo que es valioso e importante puede ser incluido en el currículo escolar. ¿Por qué, entonces, incluir la música? Por muchas razones. He aquí solo algunas:

1. Uno de los propósitos educativos más importantes y generalmente aceptado ha sido siempre el de poder transmitir la herencia cultural de un grupo a las subsiguientes generaciones. Y es justamente la música una de las más poderosas, de las más precisas, y de las más gloriosas manifestaciones de cada patrimonio cultural.

El rol fundamental y penetrante que la música juega en el negocio del entretenimiento, a veces enceguece a las personas y no les permite ver ese otro rol tanto más fundamental y penetrante que juega la música en toda la cultura humana. Como consecuencia de la posición central que la música ocupa entre las conductas esenciales del ser humano, cualquier alumno al que se le permite dejar la escuela sin haber estudiado música, habrá sido engañado tal como si se le hubiera permitido dejar la escuela sin haber estudiado matemáticas o ciencia.

2. Otro propósito de la educación, es ayudar a los estudiantes a alcanzar su potencial. El potencial musical es una de las habilidades básicas presente en cada persona. La mejor manera de desarrollarlo es permitiendo que el estudio comience a una edad temprana y continúe durante la adolescencia. Cada individuo cuyo potencial musical no ha sido desarrollado, lo cual sucede con demasiada frecuencia, se ve privado de una de las experiencias más satisfactorias que la vida tiene para ofrecer. Las escuelas deben ofrecer a los estudiantes oportunidades para que pongan a prueba los límites de sus potencialidades en la mayor cantidad posible de ámbitos del esfuerzo humano. Cuantas más oportunidades tengan a su disposición, mayores probabilidades habrá de que la vida de los estudiantes sea lo más completa y rica posible.

3. Todos los días estamos rodeados de música. Si revolcarnos indiscriminadamente en la superficialidad y banalidad de la cultura popular nos da satisfacción, no habría, entonces, necesidad de estudiar música. Pero justo por debajo de la capa superficial de la música trivial, a la cual estamos involuntariamente expuestos día a día, existe un reino maravilloso e increíblemente variado de música profunda y cautivante; pero una vez desmanteladas las barreras del desconocimiento y de los prejuicios, la exquisita belleza y el placer son de fácil acceso para todos. El estudio formal de la música puede abrir la cerradura de esta puerta. Puede acrecentar la satisfacción que los estudiantes obtienen de la música, permitiéndoles comprender y disfrutar de la música más sofisticada y compleja. Cualquiera puede “disfrutar” la música a un nivel rudimentario, pero el estudio secuencial puede afinar la percepción de los estudiantes, elevar su nivel de apreciación, y expandir sus horizontes musicales.

4. Una de las cosas que implícitamente se enseña en las escuelas, es que para cada pregunta hay una respuesta correcta. Pero fuera de la escuela, raramente existan respuestas bien definidas para los problemas más importantes con los que la sociedad debe enfrentarse. Estos problemas no se prestan al formulismo de soluciones graduales como aquellas que nos enseñan a aplicar en la escuela. La música se diferencia de las otras disciplinas básicas en cuanto a que no refleja una preocupación por respuestas correctas. Puede tolerar y acomodar las ambigüedades con las que la vida está llena. Nos enseña a manejarnos con la subjetividad. En este sentido, la música, más que otras disciplinas, es la que más se parece a la vida misma. La música aporta un balance al currículo que puede ayudar a compensar lo que, de otra manera, en el mundo real, podría ser una visión distorsionada de resolución de problemas.

5. Cada estudiante debe tener una oportunidad para destacarse en algo. La música en la escuela puede prevenir deserciones al ofrecer oportunidades para que, algunos estudiantes con dificultades en otras disciplinas del currículo puedan ser exitosos. Para algunos estudiantes, la música puede hacer que la escuela les resulte más tolerable. La mayoría de los maestros de música han conocido alumnos que permanecieron en la escuela únicamente por la alegría y satisfacción que recibieron participando en la actividad musical. Sólo en la clase de música se apreciaron sus talentos, se respetaron sus contribuciones, y se valoraron sus logros.

6. Pero lo más importante de todo es que la música exalta el espíritu humano e intensifica la calidad de vida. Muchas veces, en discusiones relacionadas con el valor del estudio de la música, se ha enfatizado muy poco, o se ha descuidado totalmente la vasta y singular habilidad que posee la música para mejorar la calidad de vida. La música transforma la experiencia humana. Trae alegría y placer a hombres, mujeres y niños en cada sociedad y en cada cultura. Nos trae consuelo en nuestras actividades cotidianas, y es un atributo indispensable, tanto para nuestra felicidad como para nuestras ocasiones más solemnes. Representa uno de los instintos más básicos de los seres humanos. Es por ello que la música ha jugado un rol tan importante en toda civilización conocida; y es por ello mismo que lo seguirá haciendo allá lejos en el futuro en tanto y cuanto cualquiera pueda percibirlo. La única pregunta es, si queremos limitar el acceso al conocimiento y a las destrezas musicales a una reducida elite, o si queremos que estas estén disponibles para que todos puedan apreciarlas y disfrutarlas. Espero que la respuesta sea más que obvia.



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